Gloria Romero toma su teléfono celular con fuerza. Parece estrujarlo entre sus dedos, y muestra la última foto que se sacó con su hija Cecilia Strzyzowski. “Salimos a pasear al perrito que habían operado”, dice y se quiebra en un nuevo llanto. Al lado está su otra hija, Ángela, que la abraza. No sabe ya cómo consolarla.